La columna vertebral es el eje central del cuerpo y en el golf se considera la piedra angular del swing. El gesto del swing en el golf es un movimiento complejo que implica la participación de prácticamente todas las articulaciones del sistema musculo-esquelético, en concreto se activan 124 músculos sólo en el backswing.
Del griego “Cheir” (manos) y “praktos” (práctica) significa “hacer con las manos”. La
Quiropráctica es la profesión sanitaria encargada de mantener y recuperar la salud a través de un sistema nervioso libre de interferencias.
La Quiropráctica mejora la funcionalidad del sistema nervioso ajustando la columna
vertebral. El Quiropráctico analiza y corrige, mediante ajustes manuales específicos, la
columna vertebral. Detecta las vértebras que se encuentran desplazadas o con falta de
movilidad y que causan interferencias sobre el flujo de información entre el sistema nervioso y el resto de los sistemas del cuerpo, mejorando así el correcto funcionamiento del cuerpo y recuperando su equilibrio.
El swing es uno de los principales gestos del golf que más influencia presenta en el rendimiento del deportista. Además, es un gesto de difícil ejecución técnica que en ocasiones puede resultar lesivo. Muchos de los trastornos músculo-esqueléticos que presentan los golfistas derivan de una mala ejecución de este gesto.
La Quiropráctica trabaja en el análisis neuro-músculo-esquelético del golfista mejorando su postura y su rendimiento.
Hay tres causas fundamentales que pueden empeorar el swing y desencadenar una serie de efectos negativos sobre el golfista y son:
- Una mala postura
- Falta de flexibilidad
- Falta de equilibrio músculoesquelético.
Sobre estos puntos la Quiropráctica apoya al golfista con todas sus herramientas maximizando el rendimiento de éste, previniendo y disminuyendo el tiempo de recuperación de lesiones.
Metiéndonos más en el terreno músculo-esquelético hay algunas restricciones físicas comunes que afectan al swing:
- Dorsiflexión limitada de la articulación del tobillo → provoca una extensión temprana.
- Limitación de flexibilidad del hombro → provoca pérdida de postura.
- Restricción de la articulación sacro-ilíaca y cadera → provoca balanceo y deslice
descompensados. - Inactivación o poca fuerza de la faja abdominal natural o core → provoca un ángulo inverso de la columna perdiendo fuerza de impacto.
Si la columna del golfista está desalineada va a provocar descompensaciones en su sistema neuro-músculo-esquelético que se va a traducir en un swing descompensado y aumenta el riesgo de lesiones.
Golfistas profesionales como Tiger Woods o Jordan Spieth, entre otros, son fieles a los
cuidados quiroprácticos.
“Voy al Quiropráctico desde que tengo uso de razón, es tan importante para mi
entrenamiento como practicar mi swing”. Tiger Woods.
Jordan Spieth, campeón The Masters Tournament 2015, considera que “…un plan de
atención Quiropráctica individualizado que incluya la prevención y recuperación es
esencial para mantener una buena salud y una ventaja competitiva.”
Además el 75% de los jugadores de la PGA proclaman los elogios del cuidado quiropráctico. Fred Funk, Campeón Tour PGA “Creo que la Quiropráctica es realmente beneficiosa para mi juego… siento como el cuidado quiropráctico me ayuda a tener mi cuerpo equilibrado.”
No hace falta ser un golfista profesional para beneficiarse del cuidado quiropráctico. La
Quiropráctica ayuda a cualquier deportista a restablecer el funcionamiento de las
articulaciones vertebrales que están limitadas y que no se mueven correctamente. Los músculos, las articulaciones y los ligamentos dependen de una adecuada articulación del movimiento para obtener el máximo rendimiento; las lesiones de estos tejidos pueden reducir el movimiento, disminuir el suministro de sangre y por ende el de oxígeno y dejarte literalmente FUERA DE JUEGO.
Deja una respuesta